De noche, todo a oscuras, pensando. Esas asquerosas voces no cesan de decirte lo horrible que eres, por dentro y por fuera...
Y es ahí donde te das cuenta de que está todo perdido, de que no vales la pena para nadie, de que no eres nadie. Y ya no tienes miedo a quedarte solo, porque sabes que así los demás serán felices, todos, y así tu serás un poco más feliz, podrás ahogar todas las lágrimas, todo el dolor...pero esas voces siguen ahí, sin dejar de recordarte todo lo malo y el monstruo que eres.