miércoles, 1 de enero de 2014

Confesiones nocturnas.

De noche, todo a oscuras, pensando. Esas asquerosas voces no cesan de decirte lo horrible que eres, por dentro y por fuera...

Y es ahí donde te das cuenta de que está todo perdido, de que no vales la pena para nadie, de que no eres nadie. Y ya no tienes miedo a quedarte solo, porque sabes que así los demás serán felices, todos, y así tu serás un poco más feliz, podrás ahogar todas las lágrimas, todo el dolor...pero esas voces siguen ahí, sin dejar de recordarte todo lo malo y el monstruo que eres.

El lado fácil.

El lado fácil de todo es sonreír y decir que no pasa nada, mientras mueres por dentro y te derrumbas poco a poco, lo fácil es pensar que a nadie le importa que te ocurre y que lo único que haces es perder el tiempo a los demás, lo fácil es ocultar tus senimientos y pensamientos, esconderlos en tu caparazón, hasta lo más complicado te lo guardas. 
Eso es lo fácil, lo difícil es cuando es tu mecanismo de vida. 

Pasos en falso.

Darse cuenta de todos los errores, de que todo lo que haces está mal. Acostumbrarse a pasarlo mal cada día, y tenerlo como modo de vivir, odiarse, psíquicamente y físicamente, odiarse en general, odiar tus actos, odiarte...
Tener por seguro que la vas a cagar, porqué eres así por naturaleza, tener por seguro que vas a fallar a los que más te quieren y necesitan, y intentar no ser así, pero no poder evitarlo. Tener miedo de perder a quien más necesitas, a quien amas...tener miedo de ser abandonada por tu propia culpa, tener miedo de ti.
En mi vida todo son pasos en falso, todo son estúpidos errores, y tengo que aceptar que va a seguir siendo así siempre, y que siempre que tenga alguien lo voy a perder por mi puta manera de ser.